Hay líderes que deberían haber pasado por una evaluación psicológica; especialmente los que tienen en sus manos las vidas de otras personas. Piénsalo, seguimos seleccionando profesionales por sus conocimientos y méritos académicos y poco por sus habilidades. Esto en las empresas; en política ni eso. Un favor a devolver, una gran agenda de contactos y distintas coincidencias pueden llevar a una persona inepta hasta a la candidatura más alta. Después su habilidad y capacidad de seducción serán clave para el éxito…
Hablemos de Vladimir Putin, de su personalidad y de esa evaluación psicológica que no habría superado. En psicología hablamos de actos o conductas más que de personas dañinas, aunque esto a veces es bastante light para describir algunas personalidades. Este puede ser el caso.
El hombre que ha traído la guerra a Europa y amenaza también a parte del mundo tiene características de lo que consideramos la triada oscura: psicopatía, narcisismo y maquiavelismo. Así es; el señor Putin presenta marcados rasgos de los trastornos de personalidad más lesivos de los manuales de psicopatología y, sorprendentemente, esto no fue un límite en su ascenso al poder, sino lo que le llevó hasta este.
Putin muestra varias características de una personalidad psicópata: un marcado aplanamiento emocional, la instrumentalización de sus relaciones sociales para conseguir sus objetivos y su estado inmutable ante el sufrimiento ajeno. Pone a calentar el armamento nuclear y ni se despeina.
Se siente omnipotente, lo que es propio de las personalidades narcisistas. Disfruta de su poder y del miedo que causa en los demás, ya sea callando un ministro o sometiendo a todo un estado. Putin se quiere. Se siente orgulloso a lomos de un caballo, fuerte nadador y el más diestro tirador, además del ganador indiscutible del tatami. Y todo ello lo sabemos, aunque estemos bien lejos, porque ha enviado fotos de cada hazaña para su gloria.
Por último, es un hábil estratega, legitima el engaño y la mentira y manipula los medios en su propio beneficio. Occidente parecía haber entrado en la histeria por sus simples maniobras militares y ahora se ve obligado a destapar el botón nuclear por las ilegitimas medidas con las que se le presiona. Cada paso que Putin da está perfectamente justificado. Al menos en su cabeza.
La triada oscura, el pack competo de la personalidad siniestra, está presente en menos de una de cada cien personas, pero ¡maldita suerte!, cuídate de tomarte con una de ellas, de poner en sus manos la dirección de un equipo o de encumbrarle a una posición desde la que pueda dominar vidas.
Demasiado riesgo para seguir valorando solo conocimientos y títulos.
“Malditas sean las guerras y los canallas que las hacen”
Julio Anguita
Sobre la «triada oscura de la personalidad» (narcisistas, psicópatas y maquiavelicos) y cómo afrontar estas personas tóxicas profundizo en el libro ACTITUDES TÓXICAS. Estrategias para afrontar las relaciones y personas que nos limitan. Si quieres ver más información o leer otro fragmento del libro puedes hacerlo aquí.