La intuición es, en realidad, la capacidad de hacer una lectura rápida e inconsciente de los detalles de una situación. Al hablar de comunicación interpersonal, en términos generales, las mujeres son mucho más perceptivas que los hombres, es decir, advierten mucha más información en el lenguaje corporal de la otra persona, y esto es lo que ha dado origen a lo que conocemos como «intuición femenina».
En una investigación llevada a cabo en la Universidad de Harvard se demostró que las mujeres están mucho más alerta que los hombres al lenguaje del cuerpo. En un experimento se mostraron varios cortometrajes sin sonido en los que aparecían dos personas conversando. A continuación se les pidió a los participantes que descodificaran lo que allí estaba sucediendo a partir de la interpretación de las expresiones de la pareja. El resultado fue que las mujeres interpretaban correctamente la situación en un 87 % de las ocasiones, mientras que los hombres sólo en un 42%.
Resulta, que las mujeres poseen esta capacidad de descifrar las señales no verbales y captar los pequeños detalles de forma innata.
Una de las hipótesis paleontológicas más sólidas que explicarían está mayor intuición en las mujeres se fundamenta en el ancestral reparto de tareas. La mujer, encargada de la protección de la vivienda y los hijos, requería de una atención multifocal y una estructura ocular que le permitiera un ángulo de visión muy amplio. Por otro lado, el hombre, en su tarea de cazador, necesitaba un tipo de visión que le permitiera identificar un blanco a gran distancia y perseguirlo con la vista.
La evolución fue seleccionando a las individuas con mayor número de células cónicas en la retina y visión periférica más amplia. Esta herencia genética permite que las mujeres en la actualidad tengan una capacidad visual que favorece mantener la atención dividida en varias actividades.
Investigaciones de la Universidad de Pennsylvania, a través de resultados de escáneres cerebrales muestran que cuando el cerebro de un hombre está descansando, al menos el 70% de su actividad eléctrica está inactiva. Sin embargo, los escáneres de los cerebros femeninos confirmaron que las mujeres, incluso durante el descanso, reciben y analizan constantemente información.
Otras investigaciones revelan que las mujeres pueden pensar simultáneamente hasta en cuatro temas no relacionados. No es extraño, entonces, que puedan hablar en una misma conversación de varios temas no relacionados y utilizar cinco tonos vocales para diferenciar o cambiar de tema. El hombre medio piensa en dos temas y diferencia tres tonos vocales, por lo que pierde el hilo ante este tipo de comunicación multifocal.
Los escáneres cerebrales realizados mediante resonancia magnética muestran por qué las mujeres tienen mayor capacidad que los hombres para comunicarse y evaluar toda esa información gestual. Las mujeres poseen quince áreas del cerebro destinadas a evaluar ese comportamiento no verbal, mientras que los hombres poseen cinco.
Esta realidad tiene su origen también en la época de las cavernas. La mujer, al cuidado de los hijos, requería de una aguda interpretación de los gestos y signos de un ser que sólo así se comunica. De hecho, la investigación actual muestra cómo la intuición femenina se hace particularmente evidente en mujeres que han criado hijos, ya que durante años la comunicación entre ambos es mantiene exclusivamente a través del canal no verbal.
Sin embargo, esta capacidad innata en las mujeres puede ser desarrollada por los hombres. Así lo demuestra una segunda lectura del experimento anterior de Harvard con los cortometrajes, ya que los hombres que trabajaban en servicios comunitarios o en contacto social constante, puntuaron casi igual que las mujeres. Una vez más, el entrenamiento puede desarrollar una capacidad hasta la excelencia.